Un sublime error

Un hombre con un traje blanco inmaculado, solo en el escenario, construye una instalación de vidrio mientras nos habla. Observa el mundo con asombro y no comprende por qué motivo forma parte de él. Lo reciben en su propio funeral y retrata y relata la vida de tres amigos inseparables y muy diferentes, entre recuerdos e imágenes, conversaciones filosóficas, humorísticas y cotidianas; en el frágil equilibrio de la vida.

Sin decorados ni artificios, solo la palabra y la presencia escénica para narrar una historia de amistad y de amor y de todas esas pequeñas cosas que hacen que la vida valga la pena. La obra está interpretada por el argentino Gonzalo Cunill, uno de los colaboradores habituales de Lawers, que con un tierno humor los acompañarán la esta poética celebración de la vida.

La compañía Needcompany recorrió los escenarios más prestigiosos del mundo y Jan Lauwers es uno de los grandes nombres de la escena europea contemporánea. Con un lenguaje innovador, el director, dramaturgo, artista visual y fundador de esta célebre compañía belga explora las fronteras entre teatro, danza, artes visuales y escritura, siempre con una mirada poética y comprometida.